Cefalea tensional: cuando el cuerpo pide que pares

No es solo dolor de cabeza. Es esa presión constante en la sien o en la nuca. Esa sensación de tener la cabeza en un tornillo. Un cansancio que no siempre es físico. Muchas veces, lo que llamamos “dolor de cabeza normal” es, en realidad, una cefalea tensional. Y entenderla es el primer paso para tratarla.

¿Qué es una cefalea tensional?

La cefalea tensional es uno de los tipos de dolor de cabeza más frecuentes, especialmente entre adultos que llevan vidas intensas, cargadas de estrés, pantallas, y poco descanso.

A diferencia de la migraña clásica, que suele ir acompañada de náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz, la cefalea tensional se presenta como una presión continua, normalmente en ambos lados de la cabeza, como si llevaras un casco muy apretado.

Es un dolor que puede durar horas o incluso días. Y aunque no suele ser incapacitante, desgasta. Mucho.

¿Por qué aparece?

La cefalea tensional no suele tener una única causa. Más bien es el resultado de varios factores que se van sumando con el tiempo:

• Tensión muscular en cuello, hombros y mandíbula.
• Estrés emocional sostenido.
• Bruxismo (apretar los dientes, a menudo sin darte cuenta).
• Falta de sueño reparador.
• Posturas mantenidas durante horas, especialmente frente a un ordenador.

No es raro que aparezca al final del día, cuando por fin bajas el ritmo. El cuerpo se relaja, pero todo lo que acumulaste durante la jornada se manifiesta en forma de dolor.

¿Cómo se siente?

Cada persona lo vive de forma distinta, pero hay ciertos síntomas que se repiten con frecuencia cuando se trata de una cefalea tensional:

• Dolor opresivo, de leve a moderado, que no late, sino que aprieta.
• Afecta ambos lados de la cabeza.
• Suele empezar en la nuca o las sienes y extenderse.
• Puede venir acompañado de rigidez en el cuello o la mandíbula.
• No suele impedir que hagas tu día… pero lo vuelve cuesta arriba.

Y lo más frustrante: muchas personas lo normalizan. Creen que es “lo de siempre”, “el típico dolor de cabeza”, y tiran de analgésicos sin ir más allá.

El papel de la fisioterapia

Aquí es donde la fisioterapia puede ayudarte de verdad. Una cefalea tensional no es solo un dolor pasajero; suele ser la forma que tiene tu cuerpo de decirte que algo no va bien —ya sea físico, emocional o ambos.

En Cerro Prieto, ofrecemos tratamiento fisioterapéutico con una mirada amplia. No nos limitamos a calmar el dolor; queremos entender qué lo provoca, por qué se repite y cómo ayudarte a que no vuelva.

En consulta solemos trabajar con varias herramientas, según lo que necesites:

• Terapia manual: para soltar la rigidez que se acumula en cuello, hombros o en la base del cráneo.
• Punción seca: muy útil cuando detectamos puntos musculares muy tensos que no se relajan por sí solos.
• Ejercicios personalizados: que enseñamos y practicamos contigo, para que puedas soltar tensión incluso en casa.
• Osteopatía: especialmente cuando vemos que hay un componente postural o alguna tensión relacionada con la mandíbula o la columna.

No aplicamos un protocolo cerrado. Lo importante es escuchar lo que cuenta tu cuerpo y trabajar desde ahí.

Y sobre todo: escucha activa. Porque cada cefalea tiene una historia detrás.

¿Qué puedes hacer desde casa?

Si crees que tu dolor de cabeza podría tener que ver con una cefalea tensional, hay pequeños cambios que puedes ir introduciendo en tu rutina. No hacen magia, pero bien aplicados suelen marcar una diferencia real con el tiempo:

• Muévete cada cierto tiempo. Si pasas muchas horas sentado, intenta levantarte y estirarte cada hora y media como máximo.
• Cuida tu cuello. Estíralo con calma, sin rebotes ni forzar.
• Relaja la mandíbula. Puedes hacer ejercicios sencillos para soltar esa zona, especialmente por la noche o en momentos de estrés.
• Duerme mejor. Evita pantallas antes de acostarte y mantén horarios regulares.
• Respira bien. Lenta, profunda y abdominalmente. Respirar mal añade tensión.

Pequeños gestos, sí. Pero cuando los haces con constancia, el cambio se nota.

No te acostumbres al dolor

Sentir dolor de cabeza a menudo no debería formar parte de tu rutina. Que sea común no significa que sea normal. Y mucho menos que tengas que resignarte a vivir así.

En Cerro Prieto trabajamos para romper ese ciclo. Escuchamos tu caso, valoramos qué hay detrás del dolor y te ayudamos a tratarlo desde la raíz, con seriedad, cercanía y el compromiso de un equipo que está para ayudarte de verdad.

Puedes reservar una cita o ponte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.