En pleno verano tenemos un gran aliado para seguir en movimiento sin que el calor se interponga: el agua. Con el calor, la piscina se convierte en un espacio ideal para realizar algunos movimientos.
Ejercitándonos en el agua nos beneficiamos de que la flotabilidad reduce el impacto en las articulaciones, la tensión muscular, reduce el impacto sobre vértebras y articulaciones. El riesgo de lesión es bajo.
Estamos acostumbrados a que se indiquen más para personas mayores, pero nosotros creemos que estos movimientos pueden beneficiar a cualquier persona y a cualquier edad.
Dejamos por aquí algunos ejercicios fáciles y beneficiosos de practicar:
Realizar estos ejercicios suponen un gran impacto además de un gran esfuerzo al encontrarnos en un medio acuático. En éste, nuestro peso corporal disminuye hasta 90%, además de que regula nuestra temperatura corporal y baja la frecuencia cardiaca.
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