El core está formado por los músculos abdominales, lumbares, músculos de la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la columna. Y si traducimos core al castellano sería algo así como núcleo o centro.
Más concretamente: los abdominales que nos ayudan con nuestra respiración, los músculos de la cadera que mantienen a ésta estable y ejerciendo sus movimientos sin problema; y los músculos de la espalda baja como lumbares que nos ayudan con una adecuada postura corporal.
El core es el que aporta a nuestro cuerpo estabilidad, equilibrio y la fuerza para tareas como, por ejemplo, levantar objetos pesados. Si la situación de estos músculos no fuese positiva, podríamos sufrir lesiones.
Por esta razón es importante trabajar este conjunto de músculos. Además, éstos conectan con la espina dorsal ya que ayudan a soportar la columna para que así tu peso corporal no sólo recaiga en tus huesos.
Algunos ejercicios para trabajar el core son: planchas laterales, abdominales, rotaciones de columna y ejercicios tipo pájaro – perro.
Recuerda que todos estos ejercicios es mejor realizarlos acompañado/a por un profesional que nos guíe en la práctica. En caso de lesión, acude siempre a tu fisioterapeuta.
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