La rehabilitación del ligamento cruzado anterior es un proceso largo, exigente y, sobre todo, lleno de paciencia. No te vamos a engañar: no hay atajos. Pero con constancia y un buen programa de rehabilitación puedes volver a hacer tu vida normal, correr, entrenar e incluso retomar tu deporte favorito.
Cuando te rompes el ligamento cruzado, la lesión te cambia los planes de golpe. Si además va acompañado de una rotura de menisco, la cosa se complica un poco más. Lo normal es que el traumatólogo te recomiende una cirugía del ligamento, lo que solemos llamar en el día a día “operación de cruzado”. Pero la operación solo es la mitad de la película. Lo que de verdad marcará la diferencia es cómo te lo curres en la recuperación: ejercicios de fuerza muscular, trabajo de propiocepción, mejorar la flexión y la extensión, y sobre todo no perder la motivación.
La cirugía de LCA suele ser rápida, aunque luego te deja unos meses de curro por delante. En la intervención, el cirujano sustituye el ligamento roto por un injerto (puede ser de tu propio tendón o un aloinjerto). Cuando sales de quirófano, lo normal es que pases unas horas en observación y en poco tiempo tengas la alta hospitalaria.
Los primeros días son bastante pesados:
Durante esta etapa, no pienses en correr ni en saltar. Tu objetivo ahora es recuperar la extensión completa lo antes posible, empezar con una ligera flexión y activar el cuádriceps, que suele “apagarse” tras la operación.
Es normal que te entren dudas, incluso miedo de mover la pierna. La realidad es que todo esto forma parte del proceso. Confía en tu traumatólogo y en la clínica de fisioterapia donde empieces a trabajar: ellos te marcarán el ritmo y evitarán que avances más rápido de lo que toca.
Cuando además de la rotura del cruzado tienes afectado el menisco, la recuperación es más lenta. ¿Por qué? Porque el menisco es como el amortiguador de tu rodilla: si no se cuida bien, puedes tener problemas más adelante.
En este tipo de cirugías se suele limitar más la flexión, se retrasa la carga completa sobre la pierna y a veces se usa más tiempo la férula. Eso no significa que no avances, solo que tendrás que tomártelo con más calma.
Aquí es clave la coordinación entre el traumatólogo y la clínica de fisioterapia. El fisio te dirá cuándo puedes empezar con la bicicleta, cuándo meter algo de ejercicios de fuerza o cuándo aumentar la carga.
Lo importante es que no compares tu progreso con el de otros. Cada rodilla es un mundo, y aunque tardes un poco más, con paciencia y disciplina lograrás una buena recuperación.
La rehabilitación del ligamento cruzado anterior y menisco se organiza por fases. Te lo resumo en plan práctico:
La pregunta del millón: ¿cuánto dura la baja? Pues depende. El tiempo de baja por rotura de ligamento cruzado anterior suele estar entre 6 y 9 meses, aunque a veces se alarga hasta el año.
Si tu trabajo es de oficina, en unas 4-6 semanas puedes reincorporarte. Si eres deportista o tu trabajo es físico, tendrás que esperar bastante más.
Los plazos dependen de varios factores:
Antes de volver al deporte, tendrás que pasar pruebas de fuerza muscular, estabilidad y coordinación. Hasta que no superes esas pruebas, no es buena idea forzar. Es duro, pero la prevención de lesiones futuras depende de que no tengas prisa.
Los ejercicios de rehabilitación son la base de todo. Al principio puede que te parezcan aburridos, pero son los que te van a devolver la función normal de la rodilla.
Ejemplos de progresión:
Todo adaptado a tu fase y siempre guiado por un profesional. El objetivo es claro: recuperar fuerza muscular, movilidad y seguridad para tu día a día y tu deporte.
La propiocepción es clave. Después de la cirugía de LCA, tu rodilla “pierde” esa capacidad de orientarse sola en el espacio. Por eso los ejercicios de propiocepción son tan importantes.
Algunos ejemplos:
Esto, combinado con un buen trabajo de fuerza muscular en cuádriceps, glúteos e isquios, es lo que te permitirá soportar la carga de entrenar y competir de nuevo.
Cuando terminas la rehabilitación del ligamento cruzado anterior, no se acaba todo. Aquí entra en juego la prevención de lesiones.
Algunas recomendaciones básicas:
La realidad es que, si quieres una buena recuperación a largo plazo, tienes que seguir cuidando la rodilla incluso cuando te sientas recuperado. Con disciplina podrás volver a tu deporte con confianza y, lo más importante, sin miedo.
Si estás pasando por este camino y quieres asegurarte de una buena recuperación, en Clínica Cerroprieto encontrarás fisioterapeutas especializados que te acompañarán en cada fase de tu rehabilitación del ligamento cruzado anterior. No importa si acabas de salir de quirófano o si estás en la recta final hacia tu vuelta al deporte: tendrás un programa de rehabilitación personalizado, adaptado a tu ritmo y a tus necesidades. Contacta con nosotros y da el siguiente paso con la tranquilidad de estar en buenas manos.
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