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Tendinitis: tipos, causas y síntomas

Agosto 26, 2025 | Blog 

La tendinitis es una de esas dolencias que más guerra dan en el día a día. Si alguna vez has sentido dolor en una articulación tras repetir un mismo gesto una y otra vez, lo más probable es que un tendón se haya quejado. Y es que, aunque existen diferentes tipos de tendinitis, todas comparten algo en común: la inflamación del tendón, ese cordón que une el músculo con el hueso y que permite el movimiento.

En la consulta de traumatología es bastante común ver casos de personas que, por su profesión, por edad o por exceso de actividades, han desarrollado algún tipo de tendinitis en el hombro, la muñeca, el codo o incluso en el famoso tendón de Aquiles.


Dolor en tendones: síntomas de la tendinitis


El dolor es la primera alarma. Cuando un tendón se inflama, lo notas. Y no solo porque moleste al mover la articulación, sino porque muchas veces esa sensibilidad se queda incluso en reposo.

Los síntomas más habituales de la tendinitis son:

  • Dolor localizado en la zona del tendón.
  • Hinchazón o aumento del volumen en la articulación afectada.
  • Rigidez o pérdida de movilidad.
  • Calor local en la zona inflamada.
  • Molestias nocturnas, sobre todo cuando la inflamación es más aguda.
  • En algunos casos, chasquidos o sensación de roce al mover el tendón.

No todas las personas tienen los mismos síntomas, y ahí entra en juego la importancia de un buen diagnóstico médico para no confundir la tendinitis con otras lesiones parecidas.


Tipos de tendinitis


Como te decía, hay varios tipos de tendinitis, y algunas son más frecuentes que otras. Vamos a repasarlas una por una para que las tengas claras.


Tendinitis del manguito rotador (hombro)

La tendinitis de hombro es muy común, sobre todo en gente que hace deportes de lanzamiento o que trabaja levantando peso por encima de la cabeza. El manguito rotador es un conjunto de músculos y tendones que mantienen la articulación del hombro estable. Cuando alguno de esos tendones se inflama, aparece la temida tendinitis del manguito.


Tendinitis aquílea (tendón de Aquiles)

Seguro que has oído hablar de la tendinitis de Aquiles. El tendón de Aquiles es el más fuerte del cuerpo, pero también uno de los que más sufre. Correr, saltar o incluso andar con mal calzado puede provocarle una inflamación. Es típico en deportistas, pero también aparece con el envejecimiento, ya que el tendón pierde elasticidad.


Tendinitis rotuliana (rodilla)

También conocida como “rodilla del saltador”. Afecta al tendón que une la rótula con la tibia y se nota como un dolor justo debajo de la rodilla. Se da mucho en baloncesto, voleibol o atletismo, donde hay saltos continuos.


Tendinitis del codo (epicondilitis y epitrocleítis)

  • Epicondilitis lateral o codo de tenista: dolor en la parte externa del codo por la sobrecarga de los tendones extensores. No hace falta ser tenista para tenerlo, basta con usar mucho el ratón del ordenador o herramientas manuales.
  • Epitrocleítis medial o codo de golfista: aquí el dolor aparece en la parte interna del codo. El codo de golfista está relacionado con los tendones flexores y es típico de movimientos de agarre repetitivos.

Tendinitis de muñeca y mano

En la muñeca y las manos también aparecen casos frecuentes:

  • Tendinitis de Quervain: afecta a los tendones del pulgar. Hoy en día es muy común por el uso excesivo del móvil, ya que esos gestos repetitivos inflaman la zona.
  • Otras tendinitis de flexores o extensores: ligadas a trabajos manuales, uso de herramientas o incluso tocar instrumentos musicales.

Tendinitis del bíceps (hombro)

Se localiza en la parte frontal del hombro y se nota sobre todo al levantar el brazo hacia adelante. Puede ser aislada o acompañar a otras lesiones del hombro, como la del manguito rotador.


Tipos de tendinitis

Causas de las tendinitis


No hay una sola causa, sino varias que se combinan:

  • Movimientos repetitivos: deportes, trabajo o hábitos que fuerzan siempre la misma zona.
  • Sobrecargas: entrenar más de la cuenta o levantar peso sin técnica adecuada.
  • Golpes o traumatismos: menos frecuente, pero también pueden inflamar un tendón.
  • Envejecimiento natural: con la edad, los tendones pierden elasticidad y toleran peor los esfuerzos.
  • Mala postura: forzar las articulaciones en posiciones incorrectas pasa factura.
  • Enfermedades previas: como artritis, diabetes o alteraciones metabólicas que predisponen a la inflamación.

Factores de riesgo: Importancia de un buen diagnóstico


No todas las personas tienen las mismas probabilidades de sufrir tendinitis. Algunos factores de riesgo son:

  • Edad: a partir de los 40, los tendones son más vulnerables.
  • Profesión: trabajos de carga, pintores, carpinteros, músicos, informáticos... todos tienen más papeletas.
  • Deporte: sobre todo si hay mucho salto, lanzamiento o carrera.
  • Condición física: falta de fuerza muscular o de ejercicios de estiramiento.
  • Casos crónicos previos: una tendinitis mal curada puede volverse crónica.

Aquí es fundamental el papel del especialista en traumatología. Un buen diagnóstico evita confusiones y asegura un tratamiento adecuado.


Tratamientos más comunes para aliviar la tendinitis


El tratamiento depende del grado de la lesión y de la zona afectada, pero lo más habitual es empezar con medidas conservadoras:

  1. Reposo relativo: no forzar el tendón, pero sin caer en la inmovilidad total.
  2. Hielo y antiinflamatorios: ayudan a bajar la hinchazón.
  3. Fisioterapia y rehabilitación: ejercicios específicos para recuperar movilidad y fuerza.
  4. Infiltraciones: en casos más rebeldes, el médico puede recomendar inyecciones.
  5. Cirugía: la última opción, reservada para roturas parciales o problemas que no se solucionan de otra manera.

La clave está en combinar tratamiento con una buena pauta de ejercicios de rehabilitación, siempre guiados por un profesional.


Formas de prevención de la tendinitis


Lo ideal es no llegar a tener que tratarla. Para prevenir la tendinitis, ten en cuenta lo siguiente:

  • Calienta antes de hacer deporte.
  • Fortalece los músculos que rodean cada tendón.
  • Varía tus actividades para no sobrecargar siempre la misma articulación.
  • Haz estiramientos después de entrenar o trabajar.
  • Usa calzado y herramientas adecuados.
  • Escucha a tu cuerpo: el dolor es una señal de aviso.

Con estas pautas puedes reducir mucho el riesgo de tendinitis, aunque siempre puede aparecer en determinadas condiciones.


En resumen, los distintos tipos de tendinitis afectan a varias zonas del cuerpo, desde el hombro hasta el tendón de Aquiles, pasando por el codo de tenista, el codo de golfista, la muñeca o las manos. Conocer sus síntomas, causas y opciones de tratamiento te ayudará a actuar a tiempo y evitar que se convierta en un problema crónico. Y recuerda: la prevención, los buenos hábitos de movimiento y la rehabilitación cuando hace falta son tus mejores aliados para mantenerte en forma y sin dolor.

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